Entre las suaves colinas de la Valtiberina toscana y rodeada de paisajes espectaculares, Sansepolcro se distingue como una ciudad renacentista rica en arte, historia y cultura. Según la tradición, fue fundada por dos peregrinos que regresaban de Tierra Santa y, a lo largo de los siglos, ha prosperado hasta convertirse en un punto de referencia para el comercio y la creatividad artística.
Sansepolcro es célebre por haber sido el lugar de nacimiento, además de Luca Pacioli, de Piero della Francesca, uno de los más grandes maestros del Renacimiento italiano. El Museo Cívico alberga su obra maestra, la extraordinaria «Resurrección», definida por Aldous Huxley como «el cuadro más bonito del mundo».
Paseando por las calles del casco antiguo, se respira la elegancia de la época renacentista: palacios nobiliarios, iglesias adornadas con frescos y plazas evocadoras cuentan la gloriosa historia de la ciudad.
